dissabte, 21 de setembre del 2019

"La familia Mann" de Marianne Krüll


[…] Con mi otra historia de la familia Mann, sin embargo, también quiero llamar la atención sobre el hecho de que todos nosotros provenimos de familias con gran abundancia de historias -aunque los Mann, los Bruhns, los Dohmy los Pringsheim hayan sido y sean familias particularmente variadas y brillantes, en parte también por sus hijos e hijas escritores-. Dondequiera y comoquiera que nos localicemos dentro de nuestra propia red familiar -estando al margen sin llamar la atención, ocupando un puesto público, asfixiados dentro de una jaula, agobiados por pesadas cargas, contemplando con curiosidad el mundo que nos rodea, siendo creativos y activos o relacionados de alguna otra manera con los demás-, también somos responsables de nuestra historia, que es parte de la historia familiar. No tenemos por qué aceptarla como un destino inevitable, sino que podemos contribuir a contarla de nuevo, a reescribirla. […] (Pàg. 407)


Marianne Krüll va dedicar nou anys a investigar “La familia Mann”. El resultat va ser aquesta esplèndida biografia col·lectiva, traduïda al castellà per Adán Kovacsis, on hi retrata els escriptors en el seu context geogràfic i cultural.

La biògrafa enceta la biografia amb el suïcidi de Klaus Mann, fill de Thomas Mann i l’autor de Mefisto (per cert, la traducció al català és de Feliu Formosa), i ens fa viatjar, descrivint un món de complexes i tibants relacions, fins a quatre generacions enrere de la família. 

L’estudi de Krüll mostra la importància de la figura de la mare de Thomas i Heinrich Mann, Julia da Silva Bruris, present, com a personatge fictici o real, en els llibres dels dos germans Mann. Nascuda al Brasil a mitjans del segle XIX, i obligada a viure a Alemanya a partir dels cinc anys, representa un important paper en l’obra dels Mann.

Marianne Krüll no amaga les nombroses tensions familiars. Mostra les qualitats i els defectes dels diferents membres de la família. Desmitifica els Mann.

La biògrafa, analitza vàries de les seves obres, i transmet nombroses mostres de tensions, rivalitats, odis, culpabilitats, ...

(Klaus) […] En su inconsciente, pues, permitía la agresión contra el padre; conscientemente, sin embargo, ni siquiera podría pensarla. Soñar con la muerte del padre era por lo visto la única posibilidad de expresar y dar rienda suelta a su odio. […] (pàg.314)

realitat o ficció?

[…] Pues una cosa no hemos de olvidar: las obras de los hermanos siguieron haciendo su efecto dentro de la red familiar, eran la “auténtica” historia familiar para las hermanas y los hijos, e incluso para los nietos; al menos, la realidad y la ficción se mezclaban para ellos a tal punto que más tarde ni los hermanos ni los hijos -quizá ni siquiera Thomas ni Heinrich- acabaron conociéndola con precisión. […] (Pàg. 113-114)

ideals oposats

[…] Si bien los hermanos se definieron como diametralmente opuestos en lo que respecta a su compromiso político, no podemos ignorar que Thomas, en tanto “apolítico”, era en gran medida político, es decir, conservador, mientras que Heinrich representaba explícitamente una postura de izquierdas, aunque en muchas de sus manifestaciones se planteara objetivos burgueses o, como mínimo, contradictorios. Eso sí, Heinrich estaba muy por delante del hermano en el tenaz rechazo al emergente fascismo. Thomas, incluso durante la emigración, vacilaba en romper con Alemania. […] (Pàg. 245)

tendències suïcides. Carla, Lula, Klaus, Michael.

[…] En la misma época en que se encendía la pasión de Heinrich por Nelly, Lula, su hermana, se quitaba la vida. Intentó vivir como su hermano, pero a ella, la “señora del consejero áulico”, sólo le quedaba una salida de la vergonzosa situación: el suicidio. Como Carla diecisiete años antes –y Nelly diecisiete años más tarde-, Lula murió en el intento de buscar una alternativa a la vida burguesa. Las mujeres de la burguesía no podían permitirse una “segunda primavera” como hacían los hombres: para ellas, la consecuencia era la muerte social… ¡o incluso física! […] (Pàg. 252)

[…] “Por la mañana, sólo un deseo: morir. Calculo cuánto perdería hoy en día: me parece mínimo. La posibilidad de una relación realmente feliz…, descartada. La posibilidad de cierta fama literaria en los próximos tiempos para alguien como yo…, probablemente también descartada. Si hubiera un veneno, seguro que no duraría ni un solo instante. Si no fuera por E y M. Ligado por ellas. […] (Pàg. 311)

homosexualitat, patriarcat, feminisme, incest, ...

[…] Sin embargo, Klaus nunca consideró su homosexualidad como una vergüenza o una debilidad, sino la veía más bien como una distinción, como si fuera un título de nobleza. En “El baile piadoso” ya escribe así:

“Andreas se entregó de cuerpo y alma a este amor, al que no consideraba una aberración. No se le ocurría negarlo o combatirlo como si de una “degeneración” o de una “patología” se tratase. Estas palabras nada tenían que ver con la verdad, provenían de otro mundo. […] (Pàg. 286-287)

[Carla i Lula] ¿Qué buscaron las dos en vano? En tanto mujeres, no estaban en condiciones de conseguir algo mediante el trabajo creativo como sus hermanos. Para ellas sólo existía -como para la mayoría de las mujeres de su época – la alternativa del matrimonio burgués o el hundimiento moral y social, es decir, la elección entre la “santa” y la “puta”. Al marcharse de Lubeck, Julia había demostrado en la práctica que hasta una “Frau Senator” (así se hacía llamar todavía en Munich) podía convertirse en una mujer bastante frívola. Ni Carla ni Lula encontraron el camino entre los dos extremos. (pàg. 155)

[…] En 1872, tras veinte años de casada, Hedwig Dohm publicó su primer escrito polémico, “Lo que piensan los pastores”, un ataque frontal y general a las ideas relativas a la supuesta inferioridad de la mujer, a la hipócrita doble moral de la sociedad y a la explotación de la “naturaleza” femenina en aras de los intereses masculinos. En 1874 reivindicó la “Emancipación científica de la mujer”; así rezaba el título de un escrito en que discutía los argumentos opuestos a que las mujeres estudiaran:

“Creo poder demostrar que el punto de vista decisivo para la división del trabajo no es el derecho de la mujer, sino el privilegio de los hombres.”  […]

“Es una concepción anticuada y caduca el que una mujer con formación científica sea necesariamente una mala esposa y madre. Hombres muy serios se aferran a la excéntrica idea de que el amor materno está destinado a morir cuando se ha estudiado griego o en medio del olor a azufre de los experimentos físicos. En la mesa de una mujer capaz de sacar raíces cúbicas, creen ver guisantes y coles fermentadas carentes de moralidad y con cierto gustillo a tinta.” […] (Pàg. 178-179)

Un llibre molt interessant, llegiu-lo!  [tot i estar descatalogat, el podeu trobar a les biblioteques públiques].

Marianne Krüll m’ha apropat intensament a la família Mann i la seva obra.


Mann, Thomas, 1875-1955
Mann, Heinrich, 1871-1950
Mann, Klaus, 1906-1949

Krüll, Marianne, 1936-